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Tarde o temprano en nuestra carrera profesional nos enfrentamos a la necesidad de negociar las condiciones laborales.

Es común que sintamos que merecemos mejores condiciones debido a nuestro compromiso, profesionalismo y buenos resultados. Pero cuando pensamos en solicitar, por ejemplo, un aumento de sueldo, mayor flexibilidad laboral, o un cambio en la cantidad de horas de trabajo, fácilmente caemos en actitudes nada saludables, como la culpa, la incomodidad y la inseguridad, lo que no nos permite abordar la situación de manera asertiva.

Tabla de contenido

1. Desarrollar un plan de negociación

2. Tips para abordar mejor la negociación laboral

3. Una respuesta negativa

1. Desarrollar un plan de negociación

En estás circunstancias te recuerdo que no obtenemos lo que merecemos sino lo que negociamos, por esa razón es importante que entendamos que para iniciar un proceso de negociaciar las condiciones laborales es importante trabajar y ver la negociación como un plan que debemos ir desarrollando.

Si ya estás trabajando en la empresa, siempre podrás optar por mejorar tus condiciones laborales. Como base, la comunicación permanente es un elemento a cuidar, aseguráte de procurar un momento semanal o periódico, en que compartas con tu jefatura y compañeros las tareas que estás desarrollando, tus logros y cumplimiento de indicadores asociados, de manera que sepan en qué estás, te ayuden a priorizar y no se subestime tu carga de trabajo. Es un error asumir que todas las personas saben lo que hacemos, y el contarlo puede servir como validación social al momento de negociar mejores condiciones.

Además, hay que tener presente que la negociación es siempre una conversación que requiere de un contexto apropiado para desarrollarse; un día de cierre de mes o un día en que una urgencia ha desestabilizado el ambiente laboral, podría no ser el mejor momento. Como queremos que sea una buena conversación se debe preparar con tiempo, y no tenerla cuando las decisiones respecto a los aumentos de sueldo ya están tomadas. 

No hay que centrar toda la conversación en hablar sobre el sueldo. Es apropiado preguntar acerca de la opinión de tu jefatura respecto a tu contribución, y qué expectativas tiene en torno a tu desempeño.

2. Tips para abordar mejor la negociación laboral

Al momento de abordar esta conversación, puede ser que los nervios te traicionen y terminen por arruinar todo lo preparado. ¿Cómo prevenir estas situaciones?

-Pensar por quién se está haciendo este esfuerzo, no solo en el por qué

Por los hijos, por una mejor situación económica para ayudar a familiares, por una mejor calidad de vida para mí misma, por un proyecto personal que quiero desarrollar; entre otros. El motivarse de esta manera, puede ayudar a situarte desde un lugar propio de fortaleza que te hará sentir más segura al momento de negociar.

-Practicar

El escribir lo que se quiera decir y practicar frente a un espejo o persona cercana, puede ayudar a prepararte y controlar los nervios.

3. Respuesta negativa

Dado que estamos solicitando algo, hay que tener presente que podrías recibir una respuesta negativa por parte de la jefatura. En vez de recibirlo con una respuesta defensiva, podemos interpretar el “no” de manera más útil, ya que un “no”, no significa un “nunca”, sino que puede significar un “después”, o que ya es tiempo de buscar nuevos rumbos.

También un “no” como respuesta a una solicitud de aumento salarial, te puede abrir la puerta para solicitar otras formas de compensación y beneficios, como son flexibilidad laboral o más días para trámites personales.

Para tener presente: el valorarse como profesional va de la mano con negociar las condiciones en las que ingresas y te desarrollas en una empresa. Para eso, debes conocer cuál es el rango mínimo de sueldo por el que estás dispuesta a trabajar, y qué beneficios podrían hacer más atractiva para ti una oferta laboral.

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